20 abril, 2012

Colores vs. Escalas grises.

¿Por qué las personas insisten en ver el mundo rosa y estar siempre felices y tenerle pavor a la tristeza?

"No te das cuenta que tu mundo de colores es realmente una mancha de pintura en un lienzo monocromo": Imaginen que todo su mundo es color rosa y se encuentran con un pequeño rincón gris, inmediatamente sentirán una especie de pánico, el mundo que habitas está siendo "atacado" por esa mancha oscura. Por curiosidad, te acercas, quizás no sea tan malo... pero ésta te atrapa, no la conoces bien así que no sabes como salir ¿qué puedes hacer? Intentar huir al tiempo que te traga y luchas, y sigues luchando lastimándote a ti mismo, pero aquella oscuridad te gana. Ahora estás atrapado en esa fría oscuridad, te cuesta salir, intentas he intentas pero te lastimas con cada intento, quizás alguien venga en tu auxilio y te saque de allí, por supuesto, tu estas tan aterrado  que corres rápidamente hacia el calor que te produce ese mundo de colores. No quieres volver, sigues en tu mundo pendiente de cualquier inicio de oscuridad, pero pronto te das cuenta que tu mundo poco a poco disminuye y pierde fuerza y ahora la oscuridad (tristeza, dolor, odio, mal...) te rodea. No pretendes salir del color, nunca, aunque sepas que atravesando ese camino hay otro lugar de colores, pero no puedes, solo te quedas quieto, sin moverte, donde el miedo te apresa.

"Si tu mundo es color gris será más fácil apreciar la belleza de los colores, hasta los más tenues": Imagina tu mundo en colores grises, es frío, pero refrescante. Estas solo, pocas veces puedes encontrar gente allí, caminas sin rumbo tarareando una canción para acompañar las lágrimas que ruedan por tus mejillas, mirando como tus pies se adelantan al otro apenas. Ese pensamiento te arranca una sonrisa al imaginarlo, tus pies se topan con algo curioso... grama de un intenso y bello tono verde. Alzas los ojos y vez un hermoso paisaje de colores, corres a él y te lanzas en medio de ese Arco Iris. Intentas diferenciar el aroma de cada flor, tomando una de cada tipo, disfrutas cada instante hasta que después de una corta siesta, al abrir los ojos notas como el color se desvanece del lugar. Suspiras al ver que tu tiempo terminó, pero sonríes al saber que lo disfrutaste al máximo. Sacudes tu ropa y caminas nuevamente hasta la oscuridad, volviendo a sentir la brisa fría abrazando tu cuerpo, dándote la bienvenida.

0 comentarios:

Publicar un comentario