14 julio, 2013

Preciso sueño sobre tí.

—Escribe una vida conmigo.
—Vamos a escribir una vida juntos. —respondió, con una sonrisa que a penas se notaba en su rostro.
Sus pasos se acentuaban más a medida que pasaba el tiempo marcado por el segundero. Mi piel se erizó al sentir su boca rozando mi cuello y su aliento que se desbordaba lentamente sobre mí.
—Tú por tu parte, y yo por mi parte. —añadió, susurrándolo a mi oído y acariciando levemente mis mejillas.
Mis ojos se cerraron por un breve instante mientras su piel se iba de la mía, mientras sus pasos se escuchaban cada vez más lejos.
—¿Por qué separados? —pregunté en tono alto—. ¿Por qué tanta distancia si quiero tener tus labios con los míos?
Él se percató de lo agitaba que estaba, pero aún así no le importó. Sólo se dio media vuelta para decirme:
"Porque la distancia es el control del deseo, porque sin distancia simplemente no existiera deseo".
Fruncí el ceño al escuchar tales palabras, me relajé y sonreí, tenía una idea. Él rápidamente percató algo.

Crucé mis piernas y comencé a desabotonar mi blusa roja pero me detuve.
—Quiero la parte de ti que te niegas a dar. —dije con firmeza.
Él se acercó, pero al estar a pocos pasos de mí, se detuvo.
—No la pidas, consíguela. —hizo una pausa mientras humedecía sus labios con su lengua—. Porque sinceramente no la encuentro.
—Nunca te has encontrado, pero pasan los días y te pierdes más.
Él afirmó con la cabeza.
—Es como si estuviese en un laberinto sin querer salir. —me contó.
Me levanté y caminé hacia él. A medida que estaba más cerca, más se sentía la tensión entre nuestros cuerpos. Como par de extraños que en alguna ocasión se conocieron.
—Quizá nos encontremos en algún camino desorientado. 
—Quizá te encuentre en la misma fase que mi propio paso. —susurró mientras tomaba mi cuello para darme aquel beso apasionado que tanto esperé que sucediera.

0 comentarios:

Publicar un comentario